
Las municipalidades viven del tributo de sus habitantes, o sea que en las que habitan personas más pudientes, tienen más dinero para infraestructura y, por ende, pueden ayudar más al bienestar de la comunidad. Las de menor tamaño aportan a un fondo común parte del dinero que obtienen por concepto de pago de permiso de circulación, después de lo que les corresponde por ley. Lo mismo hace las “grandes”. Bueno, ahí todas son iguales y, se podría decir, solidarias…. ¿pero por qué no repetir este sistema con el pago de contribuciones, patentes comerciales y otros ingresos? Ahí ya no son iguales y menos solidarias. Lo peor que los fondos de los GORES, son concursadles y con la ventaja de las más grandes, ya que con dinero se pueden contratar buenos “proyectistas” y, más que nada, excelentes lobbistas. Los fondos del gobierno central, como destaca el alcalde de Puente Alto, Germán Codina, debieran repartirse por las necesidades de las comunas y no por concursos. Esta es tarea para los gobernadores y representantes presidenciales con el apoyo irrestricto de los alcaldes.
Se el primero en comentar